Hace 21 meses que soy madre. Casi dos años. Y en todo este tiempo he reído, he llorado, he gritado, he aprendido... Pero sobre todo he amado mucho.
No se si he sido buena o mala madre, pero todo lo que he hecho, lo he hecho lo mejor posible. Si volviera a empezar de nuevo, quizá cometería los mismos errores o los mismos aciertos. O quizás no. Pero hay una cosa que cambiaría. Prestaría menos atención a lo que digan los demás y más a lo que me diga mi instinto.
Que no es que no agradezca todos los consejos que me han dado otras madres novatas, otras madres experimentadas, ni mucho menos. Agradezco mucho vuestra intención de ayudarme, pero no todos los niños son iguales y lo que funcionó con tu hijo puede que no lo haga con el mío. Pero en esos momentos de madre primeriza en el que tienes la sensación de que no sabes nada te dejas guiar por los consejos de otras madres que, viendo el resultado, parece que no lo han hecho tan mal...
Pero ahora, con la maternidad algo más asentada (que no quiere decir que las dudas hayan cesado) y echando la vista atrás pasaría del "hay que enseñarle a dormir". ¿Pero como voy a enseñar a dormir a alguien que se pasa 15 horas al día durmiendo? Creo que eso de dormir ya lo lleva bien, mejor que su madre.
Pasaría del " dejale que llore para que se le ensanchen los pulmones". ¿Pero tú has visto que chinche tiene? Yo creo que ya tiene los pulmones bien ensanchados. "Por que llore un poco no va a pasar nada". Lo sé, se que no va a pasar nada y que en algunas ocasiones es imposible evitar que llore. Pero en otras... Por qué tengo que dejar que el peque pase un mal rato, por qué tengo que pasarlo yo también si tengo la solución en mis manos y además, literalmente.
Pasaría del " no lo cojas en brazos que se acostumbra". ¿Por qué no puedo cogerle en brazos si mi hijo me lo está pidiendo y además es lo que quiero hacer yo? "No lo eches a dormir en tu cama que se acostumbra y luego no hay quien lo saque". No compartas la cama con tu pareja, que luego se acostumbra. Si para mi no supone ningún inconveniente, para mi pareja tampoco, a mi hijo le aporta la seguridad que necesita y además me permite descansar mejor para poder rendir como madre y como enfermera al día siguiente... ¿Por qué no? Cuando mi hijo comprenda que no es necesario estar junto a papá y mamá para sentirse seguro, cuando sepa que aunque duerma sólo, sus papás siempre van a acudir a su llamada, ya lo sacaremos de la habitación.
Pasaría del " y todavía le das pecho? Eso ya es vicio". Llegado a este punto en que mi hijo come de todo, la lactancia no interfiere con el resto de mis obligaciones, para él, el pecho no le es imprescindible, pero es un ratito que está con mamá, que mamá es sólo para él, mamá le da mimos, le relaja, le presta atención y además es bueno para la salud de ambos... ¿Donde esta el inconveniente?
Me costó unos meses pasar de tantos clichés y tópicos y ser más fiel a mi instinto y reconozco que desde que hago lo que creo, disfruto más de mi hijo, no sin preguntarme 100 veces al día si lo estoy haciendo bien. Pero haga lo que haga, siga a unos o a otros esas 100 dudas diarias van a seguir estando presentes. Yo seguiré haciéndolo lo mejor posible y disfrutando cada minuto de esta etapa de mi vida